Este procedimiento, que ha ganado reconocimiento mundial, promete recuperar gran parte del cabello perdido en solo cuatro horas, con resultados naturales y satisfactorios.

El proceso se realiza en un entorno cómodo y seguro. Comenzamos retirando una fina tira de cabello donante y la suturamos con una técnica precisa y casi invisible, de manera que podrás retomar tus actividades diarias sin problemas ni zonas visibles sin cabello.

El cabello donante es tratado con sumo cuidado, utilizando tecnología de última generación para fraccionar las unidades foliculares, asegurando que cada una se mantenga íntegra y lista para ser implantada en su nuevo hogar. Nuestro objetivo es garantizar una supervivencia de más del 87%, gracias a la preservación de la estructura anatómica de cada microinjerto.

Mientras preparamos el tejido receptor, el área es anestesiada localmente, haciendo que el paciente no sienta ninguna molestia. Luego, se realizan micropunciones, respetando la dirección y el ángulo natural del cabello para recrear una densidad natural, entre 30 y 60 cabellos por centímetro cuadrado.

El paso final es la colocación de los microinjertos, realizada con maestría por nuestro equipo. Cada injerto es colocado uno por uno, asegurando un resultado natural y duradero. La experiencia y precisión en esta fase son cruciales para el éxito del procedimiento, ya que el manejo inadecuado puede afectar la vitalidad de los tejidos.

Dado que el procedimiento se realiza con anestesia local, podrás regresar a casa caminando sin problemas. Se recomienda evitar movimientos bruscos o traumas en la cabeza durante los primeros días para evitar molestias y permitir una correcta integración de los injertos. Movimientos lentos y precaución serán tus mejores aliados en este periodo.

En las primeras 48 horas, los injertos comenzarán a interactuar con el área receptora, iniciando su funcionamiento. Se sugiere evitar la exposición solar excesiva para evitar inflamaciones y molestias innecesarias. Lavados delicados ayudarán a acelerar la caída de pequeñas costras residuales, revelando el cabello implantado.

Alrededor del primer mes, notarás que los cabellos implantados se caen casi en su totalidad, un fenómeno natural y esperado, similar a una muda. Pero no te preocupes, ¡esto es solo el comienzo! A partir del tercer mes, los cabellos comenzarán su fase de crecimiento definitivo, ahora sí, serán tuyos para siempre.

Durante esta etapa, pueden aparecer algunas espinillas, pero no son motivo de preocupación. El cabello seguirá creciendo a su ritmo, y el resultado final será visible en el transcurso de un año, devolviéndote una cabellera más densa y natural que te acompañará de por vida.